Pareciera que en nuestro país la corrupción forma parte de la mentalidad colectiva, y por lo tanto se hace habitual que algunos líderes políticos lo asuman de manera natural y concreta. 

Eduardo García de Enterría, considerado como uno de los juristas españoles más notables del siglo XX, la describe esencialmente como un fenómeno de colonización del Estado por la sociedad (a diferencia de lo que ocurre con la administración pública en un Estado partidocrático, en donde el fenómeno es el inverso: la colonización de la sociedad por el Estado), es decir, como un fenómeno de injerencia distorsionante del sector privado en el funcionamiento del servicio público.

Y aún a sabiendas que hay una lucha permanente contra la corrupción generalizada, lesiva al desarrollo de nuestras incipientes sociedades, en medio de una crisis de valores donde la poca claridad para determinar lo correcto de lo incorrecto es apenas una línea delgada que se entrelaza de forma intolerable, concentrada, discrecional como pecado, pero no delito; se siguen festinando pagos ilícitos, como si nada.

¿Si todos hacen arreglos bajo la mesa, porque yo no?

Poco o nada importa el descubrimiento de pagos de coimas a presidentes, sobornos a políticos, funcionarios públicos, empresarios, congresistas tránsfugas, magistrados judiciales y fiscales, oficiales militares, publicistas y dueños de medios de comunicación.

Somos una sociedad enferma subdesarrollada donde los políticos y los funcionarios públicos perciben al Estado como un botín de guerra, obviando normas y reglas establecidas; donde el sistema político neoliberal autoritario, ha engendrado un acentuado nivel de corrupción política sin precedentes en el país.

FESTINANDO CUPOS PARA CANDIDATEAR

Este es el caso del Coordinador oficial de Democracia Directa en Lambayeque, quien llama a Andrés Alcántara (presidente ilegalmente reelegido de Democracia Directa), reclamándole el cambio en la lista de candidatos por Lambayeque.

El audio en mención señala que el deposito hecho por Antonio Ventura, no es el acordado, a lo que Alcántara le señala a Cortez, que tiene que conversar con “Facho” (ver video).

De nada ha servido el Pacto Ético, suscrito el lunes pasado entre las Organizaciones políticas que participarán en las elecciones congresales, entre ellas Democracia Directa.

La extensión de la corrupción y la extinción de las buenas costumbres siguen afectando gravemente la vida política, económica y social del país, socavando brutalmente la confianza de la ciudadanía en el funcionamiento regular de las instituciones políticas y encubando situaciones que tarde o temprano terminaran en una explosión social como los acontecidos recientemente en Ecuador y Chile.

¿Como paramos la puerta giratoria de la corrupción, si solo algunos comprometidos en el caso Odebrecht están en prisión?