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Mientras que en Bolivia los cocaleros respaldan a Evo, en el Perú... EL ESTADO PERUANO DECRETA SU EXTERMINIO!

Publicado: 2015-10-17

Por Guillermo Bermejo Rojas / viernes, 16 de octubre 2015 

Que lejos están los días en que Ollanta Humala iba a los valles cocaleros a pedir el apoyo de los compañeros campesinos. Que lejos cuando les proponía que escogieran sus propios candidatos al congreso. Más lejos aun cuando se comprometía a volver a empadronarlos, a despenalizar la siembra de la hoja de coca, a fomentar su industrialización y a encontrar en una verdadera política agraria la solución a los problemas de las cuencas.

Tan lejano como cuando decía que sabría diferenciar al verdadero narcotraficante del productor de hoja de coca. La verdad es que este gobierno se ha empeñado desde el principio en continuar y profundizar la fracasada política que le exigen los EEUU y Europa de erradicación compulsiva y cultivos alternativos como solución para la lucha contra el narcotráfico.

Si tuviéramos a la mano algún resultado de que jactarnos contra este flagelo uno diría que vamos por buen camino como país. Pero por el contrario el Perú se encuentra como el principal productor de cocaína en el Mundo y como el país más rezagado en la incautación de esta droga. Se ha erradicado más que nunca, se ha creado expedientes para perseguir y encarcelar dirigentes y como no puede ser de otra manera, el fracaso está frente a los ojos de todos, aunque el gobierno no lo quiera aceptar.

Solo el fin de semana último un medio televisivo entregaba un informe del fracaso de los promocionados “cultivos alternativos”. Esa vieja treta por la cual va el estado, naciones unidas, algunas Ongs de la USAID y farsantes que se hacen pasar por empresarios, a decirles a los campesinos cocaleros que cambien sus cultivos y que aunque lloren algunos años, luego sonreirán.

Les proponen cultivos de Palma Aceitera o de Cacao que en los lugares donde es posible el cambio de siembra demora hasta cuatro años en crecer y dar frutos. A eso le llaman los años del llanto, porque todo es gasto. Y cuando ya tienen los frutos salen con el cuento de que se acabó el presupuesto para procesar y exportar. Que no hay mercado. Y las plantas se les van muriendo. Y los años de las sonrisas no llegan nunca.

En el colmo del cinismo, cuando tienen que mostrar logros del cultivo alternativo llevan a sus cómplices (cooperantes les llaman) de los Estados Unidos y Unión Europea a lugares donde jamás hubo campos de coca, se toman la foto, dicen tres frases que desfiguran la realidad y nos venden humo a todos los peruanos que pagamos en gran parte estas absurdas políticas.

El 2014 por primera vez en la historia Naciones Unidas reconoció el fracaso de la estrategia de la lucha contra las drogas. Razón no les falta. Los resultados demuestran que la producción de las distintas drogas y el consumo se han elevado en todo el mundo. Que son los países consumidores los que se quedan con el 98% del negocio del narcotráfico, lo que nos lleva a entender porque hay tantos campesinos muertos o presos y ningún banquero o gran empresario procesado siquiera. Porque hay tanto pez flaco preso y ningún pez gordo atrapado. Porque no hay ni en los países productores ni en los países consumidores ningún funcionario de alto nivel sea civil o de uniforme que se encuentre tras las rejas.

Lo que me lleva a recordar que hace unos días nomas un piloto capturado reconoció que en el VRAEM los altos mandos de la Policia y las FFAA cobran 10 mil dólares a las avionetas que llegan, cargan y sacan la droga del valle. Y no hay ninguna investigacion abierta.

Pero la situación es más grave. El “paladín” de la lucha contra el narcotráfico en el mundo, EEUU, resulta ser el que más produce marihuana en el mundo. Es también el mayor productor de drogas sintéticas. Y basta que tenga acuerdo de cooperación con algún país para que este sea potencia de producción de drogas. Perú y Colombia, que siguen a pie juntillas sus propósitos, pelean cada año para ver quién es el mayor productor de cocaína en el mundo. Afganistán, ese pueblo invadido y masacrado, es el mayor productor de heroína y drogas derivadas del opio. En México, una de las principales rutas de las drogas, las bandas criminales como los Zetas reciben armas de agencias gubernamentales de los EEUU que dicen combatirlas.

Y en el extremo contrario, los países que se alejan de la Casa Blanca, son los que tienen mejores resultados en la lucha contra el narcotráfico. Bolivia, que introdujo políticas de la mano con las organizaciones cocaleras y rompió con la DEA, redujo tanto la producción de cocaína que hoy los carteles tienen que comprar en Perú. Y Venezuela, que para transportar cocaína principalmente se viola su espacio aéreo desde Colombia, incauto solo en un mes 180 toneladas de drogas, mucho más que el promedio anual de 56 toneladas de la última década que rompió con la DEA.

Y siendo este el panorama, al gobierno de Ollanta Humala, aprovechando las facultades que le dio el congreso en materia de seguridad ciudadana, no se le ocurrió mejor idea que promulgar el decreto legislativo 1241 que indica, en resumen, que queda prohibido el cultivo en zonas no empadronadas. Y como el padrón es de finales de los años 70s todo cultivo fuera del Valle de La Convención en Cuzco resulta ilegal.

Menciona también que a los dueños de los terrenos erradicados que vuelvan a resembrar les van a dar de 3 a 8 años de prisión efectiva. Y que los terrenos serán incautados en favor del estado.

Es decir este decreto abusivo, e inconstitucional según amigos juristas consultados, propone enfrentar al Estado contra 200 mil familias dedicadas al cultivo de la hoja de coca. Sabe bien el Estado que los cultivos alternativos fracasaron en todo el país y que debido a esto se está resembrando. Sabe bien que la casi totalidad de los terrenos están fuera del padrón de 1978. Y sabe bien el gobierno que no puede esperar despojar a los campesinos de su tierra sin resistencia de por medio y que eso pondrá al país en una situación de conflicto de proporciones mayores.

El estado en general esta infiltrado por el narcotráfico, que sabe con tiempo y precisión donde se erradica cada año y se mueve para otras zonas que casualmente no son tocadas. Es decir mientras le erradican al pequeño campesino, a los grandes capos no les tocan ni un pelo.

¿Tendrá que ver esta demente política de cárcel y despojo de tierras a cientos de miles de peruanos con que justamente en esas cuencas existan concesiones mineras y de hidrocarburos que tanto anhelan las insaciables trasnacionales? No tengo ninguna duda.

Estamos a tiempo para que este despropósito sea paralizado. Yo que conozco estos valles se dé la paciencia de su gente, de su inagotable sabiduría para buscar el dialogo y de su compromiso para ser parte activa de la solución. Y también se dé su carácter aguerrido cuando de defender sus derechos los obliga a tomar decisiones de lucha.

Es tiempo también de que la solidaridad y compromiso con su lucha se haga efectiva, a pesar que la fiebre electoral diga que no es rentable defender causas que el poder establecido no tardara en criminalizar.

Hasta la Victoria Siempre


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